fbpx

Porque toda la obra de Salomón estaba preparada desde el día en que se pusieron los cimientos de la casa de Jehová hasta que fue terminada, hasta que la casa de Jehová fue acabada totalmente. 2 Crónicas 8:16

Desde que llegamos a nuestra casa espiritual, no hemos terminado aún con las obras en ella. Me atrevo a decir que aún faltan muchísimas.

Es impresionante ver cómo, apenas termina una cosa, y ya es evidente que sigue otra. Hay días que la obra parece interminable, pero vemos poco a poco, como ésta se embellece y refleja el esfuerzo de todos los involucrados, desde la planeación hasta ver los detalles de los acabados.

Y es a través de todo lo creado, que lo invisible de Dios se hace claramente visible.

Ese mismo esfuerzo, dedicación, inversión, y a veces cansancio que tenemos por edificar la casa, es el mismo que Dios nos dedica a nosotros en nuestro perfeccionamiento.

Tanto nosotros como individuos, como nuestros ministerios, aunque ya han avanzado mucho y se han hecho muchas adecuaciones y reparaciones, como templo del Espíritu Santo, aún requieren muchísimas más.

Si Dios es así de diligente, detallista y entusiasta con nosotros, debemos hacer una pausa y preguntarnos si nosotros somos igual que Él de dedicados y amorosos con la obra que nos encomendó.

¿Tenemos el mismo compromiso, paciencia y amor por la visión, misión y comisión que Él nos dio?

El versículo inicial dice que toda la obra de Salomón estaba preparada desde el inicio hasta quedar concluida totalmente.

Pon atención a esto: toda la obra en ti Dios la ha preparado de principio a fin, pero te ofrece lo mismo: todo lo que necesitas para hacer lo que Él te pidió, lo ha preparado desde el momento que tu des el paso de fe y pongas el cimiento, hasta que lo termines y quede acabado totalmente.

¿No te entusiasma eso?

Salomón, así como Moisés y Jesús, terminaron la obra que Dios les encomendó, y vieron la gloria de Dios.

Después de leer esto, anhelamos que aunque el nivel de acabados y detalles pueden parecer interminables en nuestra edificación, puedas entusiasmarte con la fecha de término:

Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6

¡El día de Jesucristo es cuando quedará todo concluido!

Hoy te invitamos a seguirte preparando para la obra de Dios, a seguir siendo detallista y entusiasta, pero sobre todo, comprometido con lo que Dios está haciendo en ti y quiere que tú hagas para servir a los demás.

Deja que Dios prospere cada nivel de edificación, pero sobre todo, sigue siendo diligente, detallista, entusiasta y comprometido en la obra contigo, tu familia, tu trabajo, tu ministerio y tu iglesia.

Oremos juntos: Señor, yo sé que Tú has preparado todo para que yo comience y termine la obra que me has encomendado. Ayúdame a ser diligente y entusiasta en cada cosa que me pidas que haga para la edificación de tu reino y permite que sea perfeccionada y prosperada hasta el día de mi reencuentro con Jesucristo. Amén.

Da un paso de fe, inicia la obra para Dios y no desistas, hasta verla terminada.

Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey; y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová, y en su propia casa, fue prosperado. 2 Crónicas 7:11

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //