¿Qué piensas cuando oyes la palabra banquete?
Y si esa palabra viene en una invitación para ti, ¿cómo te sentirías?
Ante una invitación tan espléndida y abundante, uno se pregunta ¿cuál es la celebración?, pero inevitablemente, nuestro corazón empieza a entusiasmarse por las delicias y a ponerse alegre.
En el libro de Ester, vemos una serie de banquetes para alegrar el corazón del rey.
A todos nos gusta ser invitados a un banquete, pero a veces olvidamos que antes de solicitar una dádiva al Rey, Él también anhela ser complacido.
¿Cómo te prepararías tú para complacer el corazón de Jesús, el Rey de Reyes y Señor de Señores?
Hoy queremos invitarte a que antes de hacer una petición al Rey, te prepares y ofrezcas un banquete para alegrar Su corazón.
¿Cómo puedes alegrar su corazón?
Usando los ejemplos de hombres y mujeres en la Escritura.
▪️Prepárate como Ester: deja que Jesucristo te limpie y te perfeccione, adórnate con un espíritu afable y apacible, y ejercítate para la piedad.
▪️Haz como Rut: que siguió las instrucciones de los ancianos, se lavó, se ungió y se vistió espléndidamente.
▪️Invita como Nehemías: compartiendo a los que no tienen y recordándoles que el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
▪️Obra como David y Salomón: que eran generosos para dar sin importar si se hacían viles ante los demás.
No te limites a la hora de complacer a Dios, no permitas que la inseguridad, la necesidad, el temor o las palabras de los demás te impidan darle con tus palabras de la abundancia de lo que hay en tu corazón.
// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //
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