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Una preposición es una palabra que nos marca el tipo de relación que hay entre dos ideas.

Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo:…

Levítico 1:1

En este versículo, la preposición nos dice que Dios llama a Moisés y le habla “desde” el tabernáculo, es decir, desde lejos.

El pueblo que ahora era libre, había roto el pacto con Dios y no sabía cómo acercarse adecuadamente a Él, por lo que Dios debe alejarse, por seguridad de ellos.

¿Te has sentido alejado de Dios últimamente?

A veces, nosotros dejamos los compromisos que hemos hecho con él, fallamos y al querer acercarnos de nuevo, Él debe hablarnos “desde” lejos para no destruirnos con Su Santidad.

Esto no quiere decir que Dios no te ame, sí lo hace, pero te está cuidando.

El pueblo hebreo nunca había estado tan cerca de Dios, y luego de apartarse de Él no sabía cómo regresar apropiadamente.

La preposición “desde” nos dice que nuestra relación con él esta distanciada. Ahora necesitamos una proposición.

Una proposición es un conjunto de palabras que exponen un proyecto o una idea una persona la acepte y dé su conformidad para realizarlo.

Tenemos un Dios tan lleno de poder y sabiduría que tiene planeado todo y no deja que te quiebres la cabeza adivinando cómo hacerlo: Él establece un plan, donde la única proposición que debes hacer, es la de tu corazón por cumplirla.

¿Qué es lo que tienes que hacer?

  1. Buscar a Jesús. Si tú lees el libro de Levítico encontrarás una serie de rituales imposibles de cumplir para nosotros pero que Jesús completó de forma perfecta, Él es el sacerdote y el sacrificio santo dado una sola vez y para siempre, en lugar nuestro.
  2. Confesar tus pecados. La ley tenía como propósito poner límites de seguridad, pero terminó acusándonos a todos. Nuestra naturaleza caída nos evidenció. Todos fallamos y nuestras fallas aumentan la maldad en el mundo que Dios creó para que viviéramos bien.
  3. Arrepentirnos. La tristeza y la vergüenza no son suficientes en este paso, en nosotros debe haber un deseo genuino de vivir diferente.
  4. Darle el control de nuestra vida a Jesús. Estamos conscientes de que no lo logramos antes y que necesitamos ayuda ¿verdad?, pues no hay mejor persona a quien darle nuestra vida que a Aquel que la ofreció por nosotros primero. Dile al Señor: ¡te entrego mi vida, sé mi Señor y Salvador!
  5. Convivir con el Espíritu Santo. Él te recordará todas las cosas que hayas aprendido sobre Jesús, y estas aumentarán a medida que pases tiempo con Él leyendo Su palabra, orando y poniendo en práctica sus enseñanzas en medio de su iglesia. Esta parte del cuerpo de Cristo es esencial para tu crecimiento, ahí es donde aprenderás más del amor, perdón y la misericordia que en ninguna otra parte, es la parte práctica ¡no te la puedes perder! ¿nunca te alejes de la iglesia, no importa lo que suceda!.

¿Estás listo?

Con tu proposición, Dios cambió la preposición, fíjate ahora cómo cambia la relación:

Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo:…

Números 1:1

Dios llama a Moisés y le habla “en” el tabernáculo. Y ahora, puede hacer lo mismo contigo.

¡Bienvenido a casa! ¡Nos vemos en la iglesia!

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