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Todos somos llamados a seguir a Jesús y a ser sus discípulos, pero a veces no sabemos cómo dar los primeros pasos para servirle.

¿Recuerdas que toda la Escritura es útil para enseñarnos? Pues hoy queremos hacerte la misma pregunta que le hizo el profeta a la viuda: ¿Qué tienes en casa? (2 Reyes 4:2)

Dios te ha dado talentos, Jesús nos explica en la parábola de los talentos que el Padre repartió todos sus bienes a sus siervos, o sea nosotros:

A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

Mateo 25:15

A cada uno nos dio, mínimo uno, porque Él conoce nuestra capacidad.

¿Cuál es tu capacidad? ¿qué tienes en casa?
• Jocabed tenía una cesta
• La viuda tenía vasijas
• David tenía una honda
• Sansón tenía una quijada
• María tenía un perfume
• Samgar tenía una aguijada
• Pedro y Juan tenían redes
• Rahab tenía lino
• El niño tenía panes y peces

Todas esas son cosas sencillas y simples, igual que la enseñanza de Jesús, pero lo verdaderamente extraordinario es lo que sucede cuando lo usas para honrar, obedecer y compartir a Dios.

Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.

Joel 3:10

No te sientas insignificante, mejor piensa en la gran oportunidad que tienes para que Dios haga a través de ti algo extraordinario.

No es casualidad que Jesús le hable de los talentos a sus discípulos antes del juicio de las naciones y después de las señales del fin y las vírgenes prudentes.

Él nos está advirtiendo de la necesidad de que veamos las señales de su regreso inminente, nos exhorta a estar preparados con la unción y la luz de Cristo durante la espera, pero también a poner a trabajar los talentos que nos dio porque entonces, vendrá el juicio.

Si tú pones tus talentos a trabajar para Dios, Él pondrá de Su Espíritu Santo en ellos y muchos podrán ser justificados por la fe en Cristo antes de que el juicio se lleve a cabo.

Comienza hoy a compartir de Su amor a través de tus talentos, comparte esta publicación en tus redes sociales y propón en tu corazón que en cada acción tuya siempre haya una palabra de Dios para compartir.

Será de grande bendición.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //