Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.
1 Corintios 12:31
El apóstol Pablo le dice a la iglesia de Corintio, una iglesia joven y azotada por su inmadurez pero llena de dones el Espíritu Santo que busquen los mejores dones, y que él les enseñará una manera de vivir que supera a todas las demás, y entonces, comienza a hablar de lo que es el amor verdadero.
Todos buscamos una manera de seguir adelante, las instrucciones para seguir avanzando en medio de las tinieblas que cubren la tierra y Pablo nos muestra el amor de Cristo, el amor verdadero.
El apóstol sabía que el verdadero amor sale en cualquier circunstancia, no solo en la bondad. Él sabía por experiencia lo que era ver brotar el amor verdadero mientras cantaba con Silas en el fondo de la cárcel y gritaba al carcelero que no se hiciera daño porque tenían la Luz.
El que antes era llamado Saulo sabía lo que era naufragar en cadenas y aún así ofrecer alimento y esperanza a los desorientados navegantes que perderían lo material pero ganarían su vida por botín.
Porque el reto no es ser piadoso cuando todo va bien, sino también cuando todo va realmente mal.
¿De qué nos sirven los dones si no tenemos amor? ¿Seremos como Sansón que aún siendo lleno del Espíritu Santo se deja llevar por la furia, la glotonería, el placer y el egoísmo y no se consagra a Dios?
¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Romanos 7:24
Dentro de nosotros hay una lucha constante entre lo que sabemos que es bueno y lo que queremos hacer. -¿Quién me librará de estas pruebas?- Preguntaba Pablo, y él mismo respondía alabando y agradeciendo a Dios por Jesucristo.
¡No hay condenación para los que están unidos a Cristo Jesús y no andan conforme a sus deseos sino que los han crucificado con Él!
Lea su Biblia, alabe a Dios, sirva a su prójimo y deje que el Espíritu Santo le muestre…
En medio de las luchas y las pruebas, deje que el Espíritu Santo le muestre…
El camino aún más excelente es el amor, es Cristo. ¡Sígalo y compártalo!
// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //
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