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Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?

Lucas 10:26

¿Le ha pasado que necesita leer una palabra de Dios para su vida y abre la Biblia en un punto y parece que estuviera diseñado especialmente para usted?

Esto parece espectacular, sin embargo debemos recordarle la importancia de leer ordenadamente, ya que como dice la frase: un verso sin contexto, es un pretexto.

Hace unos días escuchaba a un pastor de nuestra cobertura en su programa de radio hablar de esto y ponernos el ejemplo de un varón que quería escuchar la dirección de Dios y fue y abrió su Biblia al azar.

Con los ojos cerrados escogió un versículo pensando que el Señor le diría qué hacer, entonces el lugar que su dedo apuntó era Mateo 27:5 donde habla de Judas y cuando abrió los ojos leyó “…arrojó el dinero en el santuario y salió de allí. Luego fue y se ahorcó”.

Visiblemente asombrado concluyó que no era Dios quien le hablaba e intentó una segunda ocasión, y ahora se detuvo cuando Jesús habla sobre los samaritanos en Lucas 10:37 y leyó: “Ve, y haz tú lo mismo”.

Nuevamente lo quiso intentar una tercera vez y abrió los ojos en Juan 13:27 donde Jesús nuevamente le habla a Judas y leyó: “Lo que vas a hacer, hazlo más pronto”.

Afortunadamente aquel hombre no siguió esas instrucciones y su ejemplo es para nosotros también. No podemos usar la Biblia como un amuleto ni como juego de azar, porque simple y sencillamente, no es su función.

Es necesario que tengamos un plan de lectura bíblico ordenado y secuencial para que podamos entender el contexto de la historia del pueblo de Dios y así poder distinguir la diferencia entre lo que el Espíritu Santo está describiendo (el contexto) y lo que esta preescribiendo (el mandamiento), para poder poner en práctica lo que Dios quiere que hagamos y no nos confundamos.

Este inicio de año queremos exhortarle a volver al principio, a ir a los cimientos de nuestra fe en la Escritura e iniciar un plan de lectura diario, porque podemos estar hablando mucho de Dios sin haber hablado con Dios últimamente.

Y no nos malentienda, es necesario hacer esto sin dejar de hacer aquello; la lectura y tiempo devocional son el alimento diario para una vida espiritual sana y sobre todo, para recibir llenos de gozo el banquete que Dios prepara para su iglesia en cada reunión semanal y afrontar saludablemente las pruebas y los obstáculos diseñados para fortalecer nuestra fe.

Busque un compañero espiritual de su mismo sexo con quien compartir sus impresiones diarias, comparta sus conclusiones en redes sociales y motive a otros a hacer lo mismo: un año es un plazo muy razonable para leer su Biblia completa y asombrarse diariamente.

Tip de lectura: Muchas Biblias cuentan con un plan de lectura anual entre sus páginas, o bien, puede ir al Génesis y empezar desde ahí. Si lee 5 capítulos diarios completará su Biblia aproximadamente en un año; marque cada día logrado en un calendario como una meta superada y deje que el separador de su Biblia descanse en su capítulo pendiente para que no pierda la página.

Este próximo 18, 19 y 20 de Enero tenemos nuestro ayuno especial anual, acérquese con su líder de ministerio y/o pastor para que aclaren sus dudas y le expliquen cómo prepararse para llevarlo a cabo, y no deje de leer su Biblia, aliméntese de ella y siéntase renovado.

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