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El encargado de seguridad de nuestra ciudad acaba de presentar un informe en el que establece que la mayoría de los reportes que recibe la policía no corresponde a delitos, sino a incivilidades, y exhorta a la población a lo siguiente: a aprender a vivir en sociedad sin perjudicar a otros.

Esto incluye no subir más allá de tus paredes el volumen de la música, estacionarse en sus propias cocheras, poner la basura en su lugar, y hay un largo etcétera de cosas que podemos dejar de hacer que nos hacen caer en la casilla de los incivilizados.

¿Qué dice el mundo al respecto? No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti ¿verdad?

Sin embargo, lo que Dios nos dice en la Regla de oro es diferente:

Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

Mateo 7:12

El “no hacer” implica pasividad y egoísmo, porque así no me intereso por nadie porque yo no “daño con nadie”; pero Dios nos motiva a empatizar, a involucrarnos en las necesidades de otros y apoyar como nos gustaría a nosotros que alguien más nos apoyara cuando estuviéramos en apuros.

Jesús mandó a los discípulos a salir de su comodidad e ir a Jerusalén, a Judea, a Samaria y hasta lo último de la tierra llevando buenas noticias que reconcilian a la humanidad con Dios.

Para reconciliarnos hay que hacer algo, no quedarse sin hacer nada.

Dios dio ya el primer paso enviando a su Hijo Jesucristo a pagar nuestra deuda de pecado, a nosotros nos toca aceptarlo y confesarlo como nuestro Señor y Salvador, y ¡compartirlo!.

Si usted desea aprender a vivir en sociedad, aprenda de Jesús, Él es el Camino: ¡sígalo!, Él es la Verdad : ¡créala!, Él es la Vida: ¡vívala!

Sólo entonces, los índices de inseguridad comenzarán a descender y la policía podrá ir a atender los delitos con eficiencia, porque todos estaremos ocupados en hacer de este mundo, el jardín que Dios diseñó.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //