Estas son las palabras que el ángel anunció a los pastores que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
¿Cuántos pastores hoy en día pasan velan y guardan la condición de sus ovejas?
Estos pastores no son cualquier tipo de siervos, son pastores especiales.
Estos pastores estaban en Migdal-eder, un lugar en la región de Efrata, entre Belén y Hebrón. Migdal-eder quiere decir torre del rebaño, aquella que guardaba los animales destinados a los sacrificios en el Templo, los animales escogidos ¡con pastores escogidos!
A estos pastores sencillos, los encargados de velar y cuidar el estado de cada animalito, el Señor les manda el señorío primero, a ellos les anuncia ¡ha llegado el reino!
¡Y entonces ellos se pasan a Belén a ver lo que Dios les ha mandado revelar!
Amados pastores escogidos, que han guardado la fe y han cuidado con ternura a sus ovejitas hoy les dice el Señor: ha terminado su obra, ha venido su descanso, ha llegado el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ha nacido el Salvador, el que termina con todo esfuerzo terrenal y sacrificio temporal, ¡ha nacido Cristo el Señor!
Amados pastores, amadas ovejas, los sacrificios terminaron: un solo sacrificio, perpetuo, como las piedades y misericordias del Señor ha sido hecho gracias a que Jesús se hizo carne, y habitó entre nosotros, murió y resucitó para salvarnos. La gracia se derramó para entrar en el reposo de Dios.
Hay gozo para todos: ya no necesitas sufrir ni derramar sangre, Jesucristo ha venido a hacerse cargo de todo, Él es ¡nuestro Salvador!
¿Puedes oír la multitud de huestes celestiales alabando a Dios? Alábale tú también.
Ahora Jesucristo es el Pastor, el Cordero y también es el León.
¡Espéralo!
// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //
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