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Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Lucas 2:11

Estas son las palabras que el ángel anunció a los pastores que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.

¿Cuántos pastores hoy en día pasan velan y guardan la condición de sus ovejas?

Estos pastores no son cualquier tipo de siervos, son pastores especiales.

Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén.

Miqueas 4:8

Estos pastores estaban en Migdal-eder, un lugar en la región de Efrata, entre Belén y Hebrón. Migdal-eder quiere decir torre del rebaño, aquella que guardaba los animales destinados a los sacrificios en el Templo, los animales escogidos ¡con pastores escogidos!

A estos pastores sencillos, los encargados de velar y cuidar el estado de cada animalito, el Señor les manda el señorío primero, a ellos les anuncia ¡ha llegado el reino!

¡Y entonces ellos se pasan a Belén a ver lo que Dios les ha mandado revelar!

Amados pastores escogidos, que han guardado la fe y han cuidado con ternura a sus ovejitas hoy les dice el Señor: ha terminado su obra, ha venido su descanso, ha llegado el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, ha nacido el Salvador, el que termina con todo esfuerzo terrenal  y sacrificio temporal, ¡ha nacido Cristo el Señor!

Amados pastores, amadas ovejas, los sacrificios terminaron: un solo sacrificio, perpetuo, como las piedades y misericordias del Señor ha sido hecho gracias a que Jesús se hizo carne, y habitó entre nosotros, murió y resucitó para salvarnos. La gracia se derramó para entrar en el reposo  de Dios.

Hay gozo para todos: ya no necesitas sufrir ni derramar sangre, Jesucristo ha venido a hacerse cargo de todo, Él es ¡nuestro Salvador!

¿Puedes oír la multitud de huestes celestiales alabando a Dios? Alábale tú también.

¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!  

Lucas 2:14

Ahora Jesucristo es el Pastor, el Cordero y también es el León.

¡Espéralo!

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //