Dios revela a sus escogidos Su propósito, pero hay ocasiones en que también lo oculta.
El profeta Eliseo no solo estaba sorprendido de que la sunamita viniera a buscarlo, sino que Dios le encubriera el motivo, pero no tuvo problema en admitirlo y confesarlo abiertamente.
¿Cuántos varones están desesperados porque no entienden a su mujer?
¿Cuántos padres están sufriendo porque no entienen qué le pasa a sus hijos?
¿Cuántos hijos están molestos con sus padres porque los confude no entender lo que esperan de ellos?
Se vale reconocer que no lo sabemso todo; debemos entender que muchas veces no necesitamos saber tanto, solo acompañar más.
No permita que sus seres queridos pasen por crisis en soledad, acompáñelos.
No se preocupe si no entiende qué pasa, o no sabe qué decir, deje que un gesto de interés y su compañía diga más que mil palabras.
// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //
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