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Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.

Hechos 10:1-2

Cornelio era un soldado romano que había conocido muchos dioses, pero que cuando habitó entre judíos y conoció sus costumbres, se enamoró de su Dios y comenzó a seguirlo.

Este hombre reflejaba su fe de tantas maneras que aunque para los judíos la presencia y las acciones de cualquier gentil era una profanación a lo santo, lo llamaban piadoso y temeroso de Dios.

Cornelio había estrechado tanto su relación con Dios que una tarde, mientras oraba en su casa, Dios le dio una visión y le dio instrucciones para reunirse con Pedro. Tal vez Cornelio no le conocía, o quizá sí había oído hablar un poco de él, pero sin dudarlo, provocó la reunión por obediencia, y cuando Dios habló también a Pedro y éste acudió a su casa, sucedió algo sobrenatural: al oír la predicación sobre Jesús, el hijo de Dios, todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas, uniendo a judíos y gentiles en una nueva iglesia.

Cornelio hacía muchas cosas buenas, pero el Señor lo dirigió a acercarse a la iglesia (que son los miembros del cuerpo de Cristo)

Cornelio llevaba una relación íntima con Dios y oraba siempre, pero el Señor lo dirigió a conocer a Jesús en las palabras del líder de los seguidores de Cristo.

Cornelio era un hombre de autoridad, pero el Señor lo mandó a ponerse bajo la autoridad de Pedro y él le enseñó a someterse a la autoridad de Dios, antes que a los hombres.

Papá, tú debes hacer lo mismo que Cornelio.

Tal vez has cambiado muchas cosas en tu vida y ahora vives diferente, incluso hasta puedes ser conocido como un hombre que cree en Dios, pero debes acercarte a la iglesia para conocerle de una manera distinta.

Tal vez has hecho muchas buenas obras y no solo haces limosnas, sino que ayudas y bendices a otros, pero debes acercarte a la iglesia para que puedas unirte al cuerpo de Cristo.

Tal vez oras siempre y Dios trae revelación a tu corazón en lo íntimo de tu habitación, pero Dios quiere que te acerques a la iglesia para hablarte y dirigirte en público.

Cornelio tuvo que conocer primero a Dios y Dios lo llevó a la iglesia (los discípulos) para conocer a Jesús.

En la iglesia, tú vas a conocerlo y vas a ser como Jesús, vas a ver sus manos en acción, vas a ver sus pies acercándose al que tiene necesidad, vas a ser sus ojos atentos a sus hijos y su oído a su clamor. Papá, sé como Cornelio y acércate a la iglesia para que tu familia y tus amigos reciban al Espíritu Santo y comience una nueva era.

Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

Hechos 10:44-46

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //