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Si parece bien al rey, salga un decreto real de vuestra majestad y se escriba entre las leyes de Persia y de Media, para que no sea quebrantado: Que Vasti no venga más delante del rey Asuero; y el rey haga reina a otra que sea mejor que ella.

Ester 1:19

El libro de Ester nos muestra la historia de dos mujeres: Vasti y Ester, la primera depuesta y ambas casadas con Asuero, rey de Persia. Ni Vasti ni Ester tenían un esposo creyente. Asuero no era un hombre de fe ni tenía conocimiento de la Palabra de Dios, de hecho era conocido por su mal carácter e impulsividad; Vasti tampoco era creyente, razón por la cual su matrimonio fue a destrucción y entró Ester en la historia.

Vasti no conocía a Dios y se perdió la oportunidad de luchar por su matrimonio y su país, siendo desechada por la imprudencia y mal carácter del rey.

Ester fue levantada por su conocimiento de Dios, de las armas espirituales para pelear por su vida y ser instrumento de salvación para muchos más.

Vasti fue humillada por su esposo y por los hombres del reino, y usada como ejemplo para que las mujeres no corrompieran la autoridad de los hombres, y al defender su honra fue desterrada. Ella actuó lícitamente, pero no sabiamente.

Ester estuvo en peligro de humillación y muerte también, pero al estar bajo el gobierno de Dios, Él cuidó de ella y la usó como referente para toda la nación dentro y fuera de Persia.

Vasti fue desterrada y vivió en soledad, pero Ester se quedó con su corona y se convirtió en instrumento de salvación.

Vasti perdió su hogar y Ester conservó su familia.

Muchas mujeres como Vasti son llamadas por el mundo a exhibir su belleza para no ser desechadas, hasta que cansadas le ponen un alto, y quienes viven conforme al mundo las desechan.

Muchas mujeres como Ester son llamadas a embellecerse con su fe en Dios para trascender y alumbrar en la oscuridad en momentos críticos.

Podemos actuar lícitamente y defender nuestros derechos en un mundo oscuro, pero Dios nos llama a ser sabias y ser luz en las tinieblas.

El libro de Ester, que lleva el nombre de la reina cuyo nombre significa “estrella” y que así como la estrella de la mañana es la última en alumbrar sobre las demás antes de que llegue el día, así el libro de Ester en la Tanaj (escritura hebrea) es el último resplandor en la oscuridad antes de que salga el sol de justicia y el pueblo de Israel vuelva del exilio a reconstruir la nueva Jerusalén.

En un mundo donde los hombres compiten por la riqueza, las posesiones y las guerras, donde las mujeres cada vez deben cuidar de no hacer enojar a los hombres y exhibir más su belleza exterior para no ser desechadas, en esta oscuridad, debemos ser una Ester infiltrada en el mundo que resplandece con la sabiduría de Dios porque no es de este mundo.

Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.

Isaías 60:1-3

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //