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Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, luna, en el valle de Ajalón. Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.

Josué 10:12-13

Josué le pidió a Dios que resplandeciera la luz sobre Gabaón, aquellos que habían buscado la protección de Dios y que la oscuridad de la noche cayera sobre Ajalón, para que los amorreos enemigos fueran confundidos a causa de no poder ver.

Él había visto el mar rojo y el Jordán abrirse, él vio caer el ejército de faraón y también a los gigantes, él había vivido resguardado bajo una columna de fuego y caminado bajo la nube de la presencia de Dios, él había sido alimentado por comida del mismo cielo diariamente.

Josué estaba acostumbrado a ver cosas sobrenaturales suceder por el poder de Dios a través de su siervo Moisés, y como Dios le prometió que también estaría así con él de la misma forma, su declaración frente a los enemigos fue audaz al hablarle a Dios, y Dios lo respaldó.

Dios puede detener el tiempo y todo lo que está alrededor con tal de protegernos y que derrotemos a nuestros enemigos.

No se puede pelear contra ellos en la oscuridad, se necesita la Luz del mundo para vencerlos, y ahí estaba Cristo, alumbrando para que Su pueblo estuviera protegido y pudiera vencer.

Muchas veces he querido que Dios detenga ciertas cosas en mi vida, y Él puede hacerlo, pero no lo hará para siempre, Él enviará Su Palabra, Su Presencia y Su poder para alumbrarme como una lumbrera en mi camino, ayudarme y que derrote aquello que me aqueja, esclaviza y destruye para que termine con eso de una vez por todas.

Dios no detuvo el sol y la luna para siempre en esos lugares, sino que dejó que las cosas eventualmente tomaran su rumbo natural, y así como Satanás tentó a Jesús en el desierto y se alejó por un tiempo pero después regresó ferozmente, también el enemigo estará bajo la luz de Cristo detenido, pero debemos derrotarlo por completo para que no regrese jamás, porque aunque vivimos en la luz, llegará también el tiempo en que habrá oscuridad y debemos estar alertas.

Dios nos da tiempos y sazones, Él detiene el mar para que pasemos en seco y permite que nuestro pie no tropiece con piedra, pero nosotros debemos seguir peleando y avanzando, Él nos ha extendido la gracia y la luz para que aprendamos a portarla y compartirla dignamente, porque las tinieblas cubren la tierra y usted y yo debemos alumbrar a todos con la luz de Cristo.

Podemos pedirle a Dios que detenga cosas en nuestra vida, pero usted y yo no debemos seguir haciendo lo mismo que antes ni mucho menos echarnos a dormir, sino que debemos seguir luchando.

Muchos están en la oscuridad de Ajalón viviendo como enemigos de Dios, incluso aún muchos viven buscando a Dios erróneamente como los de Gabaón, pero nosotros estamos en medio y debemos pelear porque la Luz de Jesús alumbre a sus corazones para que sean verdaderamente libres.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //