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Adán, Set, Enós.

1 Crónicas 1:1

El primer capítulo del libro de Crónicas comienza con el registro de los descendientes de Adán y Noé hasta los hijos de Abraham con el propósito de describir el origen de una nación y su estado espiritual.

Pero el escritor es selectivo, él no habla de Caín ni de Abel, sino que de Adán se brinca a Set como sustituto.

Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.

Génesis 4:25-26

El capítulo tiene un objetivo: recordarle a los exiliados que regresan a Jerusalén su origen, así como la continuidad de la obra de Dios a través de las generaciones y poder conocer Su Plan a través del tiempo.

El libro nos sugiere en su redacción que cualquier situación de conflicto puede resolverse siempre que se levante un hombre que invite a otros a invocar el nombre de Dios, tal como lo hicieron Set, Noé y Abraham, para conectar al que se siente perdido con su origen y enderezar, reforzar y dar enfoque a su crecimiento, para que pueda cumplir Su propósito.

Aquí, Dios registra también que aún los malvados, los que llevaron al exilio a Su pueblo, eran parte del Plan de Dios para incrementar su fe y enternecer su corazón.

Usted y yo, que no somos hebreos de nacimiento, también necesitamos averiguar un poco de nuestra historia para entender nuestro origen y destino, pero sobre todo, debemos volver a leer aquella que nos dio la oportunidad de un nuevo nacimiento.

El Espíritu Santo inspiró a hombres a escribir la historia para usted y para mí: la de un Hijo que nos fue dado, cuyo nombre es Admirable, Consejero, Dios Fuerte Padre Eterno, Príncipe de Paz, pero sobre todo es Emanuel: Dios con nosotros.

Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

Lucas 2:10-12

La crónica de nuestra vida, el linaje al cual pertenecemos por adopción y el rey que nos gobierna, también está registrado a partir de que Jesús nació en el pesebre de nuestro corazón.

Estos días son para recordar nuestro origen y destino en Cristo, para escribir y contar a otros la Crónica de lo que éramos, somos y ahora quién gobierna nuestras vidas.

Vuelve a conectar con tu historia, que esta cena de Navidad la Palabra de Dios sea la crónica que todos quieran contar para que veamos que sin importar los obstáculos, el Plan de Dios se cumplirá y podamos invitar a otros a invocar de nuevo el Nombre del Señor.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //