Apocalipsis

Muchas personas escuchan esta palabra y tiemblan pensando en catástrofes y terrores, pero están alejados de la Verdad.

Apocalipsis es el libro de la consumación, del día de la justicia cuando Dios terminará con la maldad humana y juzgará todas las cosas.

Apocalipsis también es un canto de triunfo y alegría, es una invitación a acercarse más a Dios porque es un libro que contiene una promesa para todo el que lo lee u oye su contenido:

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

Apocalipsis 1:3

Ciertamente hay cosas que vemos u oímos y no solo nos contaminan, sino que nos maldicen, pero el libro de Apocalipsis es una bendición para todo el que lo conoce y decide poner en práctica Sus instrucciones.

¿Ha leído el libro de Apocalipsis?

Hay muchos simbolismos e imágenes que lo hacen misterioso, y hasta podemos pensar que inexplicable, pero si pedimos al Espíritu Santo que descubra Sus tesoros escondidos, Él nos enseñará y nos guiará hacia otros lugares de la Biblia que nos harán entender más y mejor el mensaje completo.

Vea cada carta, cada sello, cada trompeta, cada copa y cada simbolismo como una oportunidad más que el Señor les da a las personas de volver su corazón a Él y ser salvos.

¿Puede encontrar el día de hoy oportunidades así?

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.

Lamentaciones 3:22-23

La misericordia de Dios no se acaba, pero el tiempo sí, nadie sabe el día ni la hora en que veremos a Dios cara a cara, pero sí sabemos qué es lo que tenemos que hacer hoy.

Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Apocalipsis 22:17

¡Ven a la iglesia! ¡Ven a Cristo! ¡Hay esperanza para el que cree!

Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //