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Y los príncipes trajeron ofrendas para la dedicación del altar el día en que fue ungido, ofreciendo los príncipes su ofrenda delante del altar.

Números 7:10

Hoy te recomendamos leer el capítulo 7 de del libro de Números.

Ahí encontrarás el listado de ofrendas de cada tribu de Israel para el Tabernáculo y la dedicación del altar durante 12 días consecutivos. Cada día la misma ofrenda de una tribu diferente.

Y Jehová dijo a Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, y otro príncipe otro día, para la dedicación del altar.

Números 7:11

Tal vez te parezca tedioso y repetitivo, pero este pasaje detalla todo por varias razones importantes:

  1. Dios no permite que su pueblo se exalte a sí mismo trayendo una ofrenda diferente. La ofrenda es para exaltar a Dios, no a las personas, por eso son todas iguales.
  2. El pueblo tenía una mentalidad de esclavo que siempre pedía, y Dios quería enseñarlos a creer, obedecer y dar con liberalidad, porque Él les proveería todo lo necesario, como lo hizo cuando salieron de Egipto con las manos llenas.
  3. Lo que para nosotros puede ser tedioso y repetitivo, para Dios es único y especial, y vale la pena registrarlo en Su libro, aunque sean dos blancas (como la ofrenda de la viuda). Cada cosa que ofrendas a Dios está registrada como algo sublime.
  4. Cuando el pueblo dio la ofrenda tal como Dios la pidió, Él habló a Moisés de forma audible desde el lugar santísimo en el tabernáculo.

Esto nos enseña que más que la ofrenda de nuestro parecer, es la ofrenda que Dios pide (la de la fe y la obediencia) la que nos permite tener un encuentro con Él.

Aunque esta era una ofrenda especial por ser la primera del tabernáculo, nos invita a ver cómo Dios ve cada obsequio que le hacemos y con qué actitud lo damos.

Cuando vayas a la iglesia, recuerda que tu ofrenda exalta a Dios, que Él no necesita tu dinero sino tu corazón dispuesto a dar con alegría cuando sea necesario, que para Él todo lo que tú le das es único y especial y que cuando obedecemos a lo que el Espíritu Santo habla a nuestro corazón, nos unimos más a Él.

Si el Señor te ha adoptado como hijo y te ha tratado como príncipe, ¿qué le ofrendarás tú al Rey?

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //