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Entonces Micaías dijo: He visto a todo Israel derramado por los montes como ovejas sin pastor; y dijo Jehová: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno en paz a su casa.

2 Crónicas 18:16

Cuando el rey Acab quería convocar a la guerra, Dios le habló por medio de un profeta porque su pueblo necesitaba que los apacentara (les diera pastos), los alimentara con la palabra de Dios.

Los pueblos necesitan que las autoridades de todos los niveles de gobierno y quienes ocupan lugares en eminencia, vuelvan sus corazones a Dios para poder ver las necesidades de sus gobernados.

Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9:36
A diferencia de Acab, y de cualquier otro hombre, Jesús es el buen pastor que ha visto esa gran cantidad de multitudes en todas las naciones y que ha tenido compasión de ellas.

En otras traducciones, mencionan que el estado de las personas que integraban esta muchedumbre era de angustia, abatimiento, cansancio, desamparo, agobio, dispersión, confusión, indefensión, maltrato, desaliento y acoso.

Si tú te sientes como estas multitudes, busca a Jesús, Él tiene compasión de ti.

Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.

Mateo 9:37

Son muchos los que necesitan entrar al reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias.

Si tú también sientes compasión por las multitudes ¿estarías dispuesto a ser un discípulo de Jesús?

Oremos y vayamos a los gobernantes para que reciban la palabra de Dios y vuelvan sus corazones con arrepentimiento y servicio a aquel que los ha puesto como autoridad.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //