Jesús es quien nos lleva del proceso de la esclavitud a libertad a través de conocerlo más y más. Jesús tenía muy claro quién era, pero hoy nosotros necesitamos reconocer Su identidad para que podamos tomarnos de Él y saber quiénes somos nosotros en Cristo.
Y vamos a desarrollar un ejemplo: Si el pecado nos hubiera aislado del mundo y estuviéramos encerrados en una habitación cerrada y a oscuras, Jesús nos dice:
Él es nuestro proveedor para que no muramos aislados ni con hambre y sed jamás.
Si no pudieras apreciar ese alimento porque dentro de esa prisión esta todo oscuro y tienes temor, Jesús es la Luz que alumbra esa habitación para mostrarte tu condición y que no tengas temor.
Jesús es la salida de esa prisión, ahora que has sido alimentado y tomado fuerzas, ahora que tienes luz suficiente para ver las cadenas alrededor, Jesús te dice que Él es la puerta que te sacará de esa prisión y te llevará a un lugar de descanso.
Tal vez el exterior te abrume porque has pasado mucho tiempo recluido, pero Jesús te pide que confíes en Él, que Él te va a guiar con cuidado y con amor hacia esos delicados pastos donde podrás descansar, y te llevará a aguas de reposo que calmen tus miedos, sacien tus necesidades y limpien tu cuerpo para que puedan evaluar tu condición. Jesús estuvo dispuesto a dar Su vida por amor a ti, así que puedes confiar plenamente en Él.
Tal vez ahora que has sido tratado con amor y limpiado de todo lo que estaba pegado en ti te des cuenta que tu cuerpo está lastimado y herido, y podrás pensar que no hay remedio, pero no hay nada que aún estando muerto, Jesús no pueda resucitar, ¿Crees esto?
Ya no vas a hacer las cosas como antes, ya no necesitas repetir los mismos patrones que te llevaron a ese callejón sin salida donde estabas esclavizado, ahora el Señor te muestra que Jesús es el camino; escucharás versiones e identificarás mentiras para descubrir que sólo Jesús es la Verdad y la vida. Jesús es el camino a una vida distinta, a convertirte en una nueva criatura.
Si tú te mantienes adherido a Jesús, igual que una rama al tronco de un árbol, darás mucho fruto y serás alguien productivo. Jesús no solo te resucita y te vuelve alguien nuevo, sino también en alguien capaz de crear igual que Él, cosas mayores a las que habías imaginado, hasta el 30, al 60 y al ciento por uno.
Si tú quieres una fórmula para salir de la situación en la que te encuentras, Jesús te dice: YO SOY.
// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //
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