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De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Juan 14:12

¿Existe una obra más poderosa que la muerte y resurrección de Jesús? No, pero sí opera en nosotros el poder de morir a nuestros delitos y pecados y resucitar a una vida nueva y eterna, gracias a la fe en Jesucristo ¡y nos ha dado la potestad de compartirla!.

¿A qué se refiere entonces con que haremos cosas mayores? A lo que sucede a partir de la obra de testificar.

Testigo (heb. generalmente êd; gr. mártus o márturos y marturia,), es alguien que puede dar testimonio con respecto a un suceso, porque lo ha observado directamente; también la confirmación del hecho o los hechos implícitos.

Si nosotros hemos observado directamente el poder de Dios en nuestras vidas, podemos dar testimonio de ellos y ver suceder cosas mayores en aquellos que escuchan con fe.

Las cosas mayores que Jesús promete hacer no es en importancia, sino en cantidad, por eso es tan importante ser testigos.

¿Recuerdas cuando Satanás pidió a los discípulos para zarandearlos y Jesús oró por Pedro para que su fe no faltara y una vez vuelto confirmara a sus hermanos? (Lucas 22:31-32)

Cada vez que tú testificas a los demás de esas zarandeadas y cómo Jesús te fortaleció en medio de ellas, pones por obra la promesa de hacer cosas mayores.

Tu simple testimonio de fe, se multiplica.

No esperes a ser zarandeado por la prueba, zarandea tú las mentes de todos alrededor con la fe y comienza a testificar a otros para que la tierra sea llena de la gloria de Dios cuando todos empiecen a hablar sobre ella.

Las personas necesitan conocer tus cicatrices para que se sientan identificados y confiados en que sus heridas pueden sanar ¡y vivir para contarlo!

Ciertamente las sanidades, multiplicaciones y milagros son asombrosos, pero no hay cosa mayor que recibir la vida eterna por la fe en Jesús y ser transformado por el Espíritu Santo.

Sé un testigo de Cristo, haz uso de Su palabra y comienza a ver cosas mayores en todos aquellos que la reciben y la ponen en práctica: Dios será glorificado, los perdidos serán salvados y los creyentes serán edificados y fortalecidos en Su fe únicamente por medio de la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Sé un testigo, y verás cosas mayores.

// Castillo del Rey Santiago: Haciendo de cada creyente un discípulo //